Es común que las personas se enfoquen en una sola actividad, un conocimiento o estudios para toda su vida, quizás llega ese momento donde se conecta con otra, pero no suele ser por una decisión propia, y quienes lo hacen logran comprender el mundo desde las diferentes aristas que este tiene.
Gabriela Chacón, una mujer que ha fusionado las diversas disciplinas y ha logrado conectarlas con su vida, con su entorno y su forma de ser y así entender el mundo como si fuese una cebolla gigante llena de capas que necesitan ser explorada para desarrollar una identidad. Sabe de leyes, pero se mueve en las artes, lucha por el feminismo y la igualdad; es de una cultura y otra, de aquí y allá, una ‘Nueva Mestiza’, concepto propuesto por Gloria Anzaldúa que usa como nombre artístico y por el cual es conocida.
Este mestizaje ha llevado a que Gabriela se interese por todos, por entender las situaciones de la vida que afrontan las personas, y esto se ve reflejado en su trabajo con las comunidades, una vocación que nace desde que era monitora en el semillero de estudio de género Rosa Elvira Cely, donde propone un proyecto de investigación sobre la paz, el feminismo y los asuntos de género mientras el país vivía la firma de los procesos de paz, convirtiéndola en una pionera al fusionar estos tópicos en Cúcuta.
«Cuando salgo de la universidad, me empiezo a preguntar ¿Qué voy a hacer con mi vida?»
Gabriela Chacón ‘Nueva Mestiza’.
Una pregunta que la llevó a pensar nuevamente en aquel proyecto que había desarrollado durante el semillero al que perteneció y que derivó en una identificación de la falencia de lugares enfocados a la investigación de asuntos de género en Norte de Santander, proceso que dio a engendrar una semilla que dio como fruto la creación de el Observatorio de Asuntos de Género en 2019, proyecto que se complementa, no solo en cuestiones de datos, de información técnica, sino también con nuevas formas de comunicar lo que sucedía en el departamento, que fuese llamativo y la llenase a ella desde lo artístico, rama que estudió desde pequeña cuando tocaba el chelo en una orquesta sinfónica.
El observatorio también dio paso a seguir usando el arte como herramienta para sensibilizar y hacer conocer los casos de violencia contra la mujer, feminicidios, desplazamiento armado, y el incremento de las víctimas del conflicto que se presentaban en el departamento durante la pandemia. Con ayuda de algunas amigas, Mestiza crea ‘Meztina Comunidad’, un colectivo que da respuesta desde el arte sonoro y visual a esta ola de crímenes latentes no sólo en la región, sino en el país.
Después de momentos oscuros en su vida y con el estrés tan desgastante por su trabajo, junto a su pareja, Jesús, conocido como ‘Sujeto Erróneo’, crea ‘Buena Faena’, una agrupación musical que implementa, lo que ellos llaman «instrumentos mestizos» que van desde una olla o un tenedor y mediante ciertos procesos crean nuevas formas de aprovechar elementos que los rodean, pueden ser usados como transmisores de mensajes, desarrollando un espacio de seguridad, resiliencia y esperanza, para los dos, y para sus oyentes.
«El arte y la música me ha permitido desarrollar proyectos inimaginables en Cúcuta, como la primera exposición de arte sonoro, de memoria histórica, reparación a víctimas y cultura de paz»
El dúo busca desligarse de toda convencionalidad y encasillamiento en un género musical, para esto fusionan diferentes géneros como: el funk brasileño, dembow, reggaeton, la cumbia, merengue y el techno. Precisamente, dicha mezcla de sonidos, denominada como mestizaje sonoro implica un estudio de la cultura y las tradiciones arraigadas a sus vidas que se deconstruye para romper esas barreras invisibles que muchas veces se cierra al cambio y generar un nueva forma de comprender estos entornos.
Estas tradiciones se pueden identificar en su forma de ver la frontera, quien es la columna vertebral de su primer EP (Disco de corta duración), que llevará por nombre ‘Trocha Futura’, donde por medio de pasajes sonoros recrearán como suena esta para ellos, como la sienten, viven, y recuerdan.
También incursiona en el mundo del vestir junto a un amigo, desarrollando una línea de moda circular, donde por medio de camisetas, pañoletas, y stickers buscan promover la transformación social desde la conciencia en la importancia de la identidad fronteriza, departamental y regional.
«Ser quien yo quiera ser, investigadora, feminista, gestora cultural y artista sonora. Ser todo eso, en la ciudad, es mi mayor logro»
La construcción de Nueva Mestiza, no solo ha sido para Gabriela una herramienta con la cual logró darle sentido a quien es, también ha generado un impacto positivo en otras personas, mujeres jóvenes y poblaciones que se han sentido de cierta forma excluidas por no saber o encontrar su propósito en la vida. Es un ejemplo a seguir, y ha demostrado que se puede progresar en una ciudad como Cúcuta.
Mestiza, con su lucha por el feminismo y la igualdad de género con sus dos proyectos espera consolidar la primera casa refugio institucional para víctimas, escuelas para la incidencia política para que las mujeres afectadas por diferentes formas de violencia puedan participar en estos escenarios de tomas de decisiones en charlas con el estado y otras instituciones territoriales.
Para Gabriela aún faltan muchas cosas por lograr, entre ellas, dar a conocer a su historia y experiencia que espera ayude a muchas otras mujeres y personas a descubrir quienes son y luchar por sus aspiraciones, además, de fortalecer el significado de frontera, comprender más allá de lo que se sabe, no solo desde lo social, sino en lo cultural, algo que espera realizar prontamente, cuando realice un postgrado que la ayude en la gestión cultural.
Sin embargo, su proyecto musical tampoco se queda atrás, desea que Buena Faena llegue no solo a oídos nacionales, también internacionales donde todos puedan escuchar su arte y se identifiquen tanto como ella, con los sonidos que propone.
Aquí puedes oír uno de los mixtapes más recientes de Buena Faena: