El trabajo infantil no es un juego de niños

El 12 de junio se conmemora el día mundial contra el trabajo infantil.

En el año 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instauró el 12 de junio como fecha para sensibilizar a la comunidad y a los gobiernos sobre la grave situación de explotación laboral que viven niños, niñas y adolescentes.

Es por esto que en esta fecha se estableció el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, recordando la importancia de realizar acciones que permitan defender los derechos de los menores que son obligados a realizar trabajos forzosos, siendo explotados y exponiéndolos a peligrosos.

Diariamente millones de niños trabajan para llevar el sustento a su familia y principalmente son obligados por sus tutores a realizar diferentes actividades laborales, teniendo que dejar a un lado su educación y sobre todo su bienestar en general, suspendiendo también su etapa de infancia, crecimiento y desarrollo.

Cifras

Según la ONU, 152 millones de menores son víctimas del trabajo infantil; casi la mitad, 73 millones, están en situación de trabajo infantil peligroso.

Casi la mitad de los 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil tienen entre 5 y 11 años; 42 millones (28%) tienen entre 12 y 14 años; y 37 millones (24%), entre 15 y 17 años.

El trabajo infantil se concentra en primer lugar en la agricultura (71%), que incluye la pesca, la silvicultura, la ganadería y la acuicultura, y comprende la agricultura de subsistencia comercial; el 17% de los niños en situación de trabajo infantil trabajan en el sector de servicios; y el 12% en el sector industrial, en particular la minería.

Cada niño lleva una ilusión respecto a su futuro, soñando con ser el profesional que tanto desean, pero esta ilusión se ve destruida cuando les roban su infancia forzándolos a trabajar injustamente, impregnando su mente de responsabilidades de las que no deberían ocuparse.

Los niños deben tener su libre desarrollo para así llegar a comprenderse a sí mismos y al mundo como tal, es por esto que algunas medidas fundamentales que podemos realizar para rescatar a los niños y las niñas del trabajo peligroso es asegurarles el acceso a una enseñanza básica de calidad, concientizándolos sobre su futuro e inculcándoles valores esenciales, estos pequeños aportes podrán cambiar la vida de muchos niños.

Juntos debemos poner fin al trabajo infantil para lograr que hayan más niños en las escuelas que trabajando en las calles.

Redacción: Mariana Unibio

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