El contexto generado por la violencia en la zona del Catatumbo provocó una preocupación para avanzar en el desescalamiento humanitario y exigir la protección de los Derechos Humanos e Internacionales, en las comunidades campesinas y el aérea metropolitana de Cúcuta. Esta situación produjo que se realizara una Mesa Humanitaria entre organizaciones institucionales y sociales arrojando una propuesta para construir soluciones que disminuyeran el conflicto en la región.
De acuerdo a lo anterior, la Asociación Campesina del Catatumbo Ascamcat, expuso de manera pública, la cuantificación de los hechos violentos presentados desde el año 2017 al 2020, los cuales hacen referencia a que en la situación de asesinatos de líderes y lideresas sociales en el departamento, aumentaron a 50 líderes asesinados y 25 asesinatos de excombatientes del Partido Político FARC.
En temas de desplazamiento forzado, 60.110 personas fueron desalojadas del territorio en medio de disputas territoriales de actores armados. No obstante la agudización del conflicto produjo 7 masacres y
108 personas fueron víctimas de las minas antipersonal.
También 55 personas fueron secuestradas ante la intensificación del conflicto armado entre el incumplimiento del acuerdo de paz.
Ante este panorama desalentador, las organizaciones manifiestan que la llegada de tropas extranjeras a Tibú han agravado la crisis humanitaria, por esto, el Acuerdo Humanitario que proponen estas, se basa en 7 mínimos, los cuales instan al Gobierno Nacional para avanzar a la construcción de la paz completa.
En este sentido, las propuestas para identificar compromisos humanitarios en el conflicto que
actualmente se vive en la región del Catatumbo son:
- Distinción entre combatientes y no combatientes.
- Identificación de bienes civiles y sociales.
- Minas antipersonal y municiones sin explotar.
- Reclutamiento de niños, niñas y adolescentes (NN/A).
- Movilidad de personas.
- Fuentes de supervivencia económica.
- Respeto a misiones humanitarias.