¿Por qué es tan difícil adaptarnos al teletrabajo?

Manejar varios tiempos en el mismo espacio puede ser agotador, pues interrumpir la cotidianidad para crear nuevos hábitos no es fácil.

La cuarentena ocasionada por la pandemia mundial, obligó a los empresarios a tomar nuevas medidas laborales respecto a sus colaboradores, pues ir a las plantas físicas podría convertirse en foco para la propagación del virus. Es por esto que la mayoría han adoptado el teletrabajo como opción.

Esta metodología ha ocasionado que el trabajo se traslade a casa, por lo que un espacio, es este caso el hogar, debe dar cabida a dos tiempos, el familiar y el laboral. Tal situación podría traer choques entre ambos tiempos, y hasta generar imprudencias.

Llevando a la realidad la analogía entre espacio y tiempo, se retoma casos reales de colaboradores del Gobierno, donde desempeñaban actividades hogareñas mientras atendían videollamadas laborales.

En el caso de la Secretaria de Cultura de Norte de Santander, la mujer posó desnuda ante la cámara sin darse cuenta que estaba encendida. Algo parecido le sucedió al Secretario de Medio Ambiente del Tolima, pues una mujer le depilaba la espalda en plena reunión. Ambos pasaron un momento bochornoso y tales tiempos colisionaron en el mismo espacio.

Otro caso muy parecido fue el de la estudiante universitaria que mantuvo relaciones sexuales en medio de la clase, pues había dejado el micrófono abierto y los sonidos emitidos con su pareja fueron oídos por sus compañeros y profesora. La docente en repetidas ocasiones le decía que apagara el micrófono, pero la joven en medio de la adrenalina, no oía la recomendación.

Para Pedro David Saa, psicólogo de la Universidad Simón Bolívar, Seccional Cúcuta, la disociación de espacio y tiempo se da porque el ser humano asimila que el hecho de estar en casa, su existir está en función de la casa, y de forma inconsciente, irrespeta el tiempo laboral.

“En el hipocampo, que es donde se almacena la información, no se tiene asociada la casa con el trabajo, por lo que encontrarse en el hogar así sea horario laboral, su cerebro irá direccionado a actividades hogareñas”.

Pedro David Saa, profesional en salud mental.

También afirma que, se puede llegar a cumplir con las responsabilidades porque las personas son seres racionales y tienen voluntad, pero el desarrollo de las labores se lleva en un ritmo más lento al habitual, y en conjunto con la cotidianidad del hogar.

Es un estado inconsciente del espacio, donde los patrones mentales no toman la idea del teletrabajo como trabajo real, lo que compromete al individuo a desarrollar actividades que se le presenten, como estar sin ropa o cocinar en plena junta directiva.

“Si una persona tiene varios años llevando una cotidianidad, donde todos los días se viste para salir al trabajo de manera formal, y al llegar a casa se viste para estar tranquilo, no va a ser igual cuando estos espacios se choquen y deban compartir horarios”.

Pedro David Saa, psicólogo.

Finalizó diciendo que, para dar solución se debe reestructurar la cognición de la persona sobre el trabajo, pero es algo complejo y se llevaría mucho tiempo en asocio. Por ahora solo se puede hablar de responsabilidad de manera subjetiva para estimular el desarrollo del trabajo de manera formal, pero no se va a lograr gran cosa. Todo va en la disciplina y orden de cada individuo.

Redacción: Carlos Escalante

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